BLOG BILINGUE

OYE TU, SABÉS DONDE ESTÁ EL PARKINSON?

lunes, junio 27, 2005

Don Darwin, los 990, los 2x1 y otras yerbas…

Cambia lo superficial, cambia también lo profundo, cambia el modo de pensar, cambia todo en este mundo, y así como todo cambia que yo cambie no es extraño, pero no cambia mi amor, por más lejos que me encuentre, ni el recuerdo ni el dolor de mi pueblo y de mi gente…
Mercedes Sosa, Todo cambia

Curioso lo que nos pasa en este mundo mundializado con el comercio. El primer síntoma de este cambio lo dieron los caracoles comerciales en los años setenta. Después fueron los hipermercados, y finalmente los malls. Y cómo nos ha cambiado!

Cerca de mi casa aún sobrevive un almacén de aquellos que había antaño. Su dueño es don Darwin. No sé como no ha cerrado. A mí me gusta comprar allí. Es cierto que es más caro, que no hay mucha variedad, que no te dan boleta si no la pides. Pero esos almacenes tienen algo que es irremplazable: humanidad. Uno tiene la oportunidad de establecer un contacto con la persona que te atiende, puedes comentar el clima, los resultados del futbol, en fin, cualquier cosa, y se establece un diálogo, una comunicación. Uno deja de ser un sujeto para pasar a ser persona. Uno deja de ser un cliente para pasar a ser un vecino perfectamente diferente a otros vecinos que se acerquen. Y si continúas volviendo a comprar, muy luego el almacenero te dignificará aún más, conocerá tu nombre y la atención será personalizada: “Buenos días don…” “¿Cómo está?”, será el comienzo de una relación dignificante que se pondrá muy por sobre la idea del sujeto que quiere comprar algo. Como una terapia simple y barata, recomiendo ir a comprar a esos heroicos almacenes, antes que la aplanadora inexorable de nuestra modernidad mundializadora de cuenta de ellos y los extermine. Vayan aunque sea más caro. ¿Es más caro? ¿Cuánto vale sentirte persona?

Y como estamos en el tema de la comercialización, hace tiempo que quería referirme a un aspecto de este tema, que me ha llamado la atención desde que comenzaron los famosos malls. Normalmente las grandes tiendas invaden nuestro hogar con revistas que invitan a comprar-consumir, a crear la adicción por consumir. Y es muy fácil. Basta leer la revista y tentarse. Las llamadas ofertas o promociones. ¿Se han fijado en los precios? Todos son terminados en cifras “quebradas”: $14.990, $7.990, $1.990.990. Estamos en presencia de la cultura de los “990” Será muy difícil –casi imposible- encontrar algún precio que sea por ejemplo $20.000; o $1.500. Todo es disfrazado a un valor 990. Así entonces si Ud. compra un calzado que cuesta $39.990, comentará después que le costó ”treinta y tantos mil”, pero en realidad le costó $40.000. Los invito a que hagan ese ejercicio la próxima vez que vayan a una multitienda, y encuentren algún precio con valores enteros y cerrados. Les aseguro que será una tarea muy difícil.

Otra cosa también que me llama la atención son las famosas promociones, por ejemplo, las 2x1, que significa que por el precio de un producto, se pueden llevar dos. Muy buena promoción, no es verdad? Así es como la persona se llena de chalecos de colores que sólo te lo pones una vez, o compras tallas mas chicas porque las de tu talla no están en promoción, o compras algo que te queda bien y otra cosa inservible.

Pero no importa, estás comprando dos cosas por el precio de una.

También me ha llamado la atención promociones por compras “superiores a”, en que puedes comprar tal cosa solamente pagando “$...”. Conozco una persona que aprovechando esa promoción, compró una máquina secadora de uñas. Como esa mamá encontró tan espectacular la promoción, se compró dos máquinas. Cuando las llevó a su casa, su hijo atónito le preguntó “Mamá porqué te compraste esto, si tu nunca te pintas las uñas”. Esto me recuerda un chiste de Coco Legrand, quién comentaba que un amigo fue de viaje con su familia a Miami, y de regreso contó que se había comprado una máquina despejadora de nieve, que estaba baratísima; y el Coco le dijo: “imbécil, para qué la compraste si tu vives en Arica…”. Mis hijos han bautizado este fenómeno como “oferta-adicción”.

Finalmente, otra moda son las tarjetas de las tiendas. Estas formidables promociones están disponibles sólo para quiénes “paguen” con tarjetas. Aquel que no la tiene es “castigado”, y no tiene derecho a estas espectaculares “y por pocos días” ofertas

Hace poco pagué una compra en una de estas multitiendas con un cheque. La aprobación de la forma de pago me tomó más de 25 minutos. Al final, se obtuvo el último de tres “vistos buenos” para el cheque. Preocupado y enojado pregunté el porqué de la demora, si muchas veces había pagado la cuenta de la tarjeta con los mismos cheques y no había demora. La razón me la confesó el empleado: “si Ud. hubiese pagado con tarjeta no habría tenido ninguna demora”.

Una última reflexión: se han preguntado cuántas farmacias hay en la ciudad; muchas dirán Uds., pero la mayoría pertenece a sólo cuatro cadenas. La pregunta es válida también para los supermercados; para las ferreterías; etc.

Bienvenida libertad de mercado; a tú salud!

Mientras tanto, ruego para que el almacén de mi barrio no cierre. Quiero seguir sintiéndome persona cuando compro.
Eso.

2 Comments:

  • At 6:07 p. m., Anonymous Anónimo said…

    Hooola papito
    estan muy buenos tus escritos
    y en este articulo aplicaste una de mis anecdotas que lo hace mas entretenido obio!
    sigue asi tan top
    te kiere mucho tu hija hermosa

     
  • At 9:09 a. m., Anonymous Anónimo said…

    Hola... me siento absolutamente interpretada con tu artículo...Genial, alguien tenía que decirlo.

     

Publicar un comentario

<< Home