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sábado, abril 28, 2007

EL 2007

Este año 2007 viene siendo el centro de muchas verdades que, aunque andaban sueltas por ahí, ahora han salido a la búsqueda de la integración.
Verdades de todo tipo, algunas valóricas, otras del diario vivir, otras sesudas, históricas, filosóficas.
También teológicas. A ellas me gustaría referirme, con su permiso, por supuesto.
Yo soy creyente. Creo en Dios, en tanto un Ser Supremo que administra nuestra existencia. Creo en Jesús de Nazareno, que vivió como un hombre común, no siendo común, y que através de El, se revindica el Ser Humano, con toda su granadeza y su bajeza de ser humano.
Esas verdades se quedaron en mi vida, creo.
Pero aún declarándome católico, me ha costado seguir las verdades que siguen a las anteriores.
Me cuesta rezar, especialmente cuando se ausenta el sentido.
Me cuesta "seguir" los mandamientos como regla de conducta salvadora.
Me cuesta ir a misa... de la manera que lo hacía antes... en que ir era un acto de fe
Me cuesta, en fin creer, que todo entra y sale a través de Dios
Me ha sido más fácil creer en la vida, en lo que recibimos de la vida diaria, la miseria y la riqueza, la humanidad en su esplendor.
Creo en la vida, y creo en la intuición de lo que la vida es.
Que me sorprende cada día, que me pemite amar y gozar.
Creo en la vida sí Señor
Y ello ha llegado recién en este 2007
Eso.

¿CUANDO FUE?

Al principio eran gestos aislados.
Después fueron comentarios raros,
También aumentaron las sospechosas señales
El enojarte intespentivamente
El querer y no querer estar
El mayor cúmulo de miradas cómplices
Las ansias casi sin dismulo por saber del otro
La arrogancia que te cautivaba
La dinámica cuestionadora que te descolocaba
El sentido de rebeldía que compartían
La expresión abierta del sentimiento hacia tí
La simple presencia que embrujaba
Las ganas de llamarse y contactarse indisimulada
El todo y el nada de una relación
La verosimilutud de lo que sentían
La reciprocidad autentificada
El sentirse uno y otro mágicamente poseídos
El enojo abrazador de una reconciliación esperada
Tantos y tantos signos inequívocos...
Cariño, dime....
¿cuando fue que te empezaste a enamorar?