INFLUENCIA HUMANA, INFLUENZA LETAL

Escribir en medio de la contingencia es riesgozo. Sobretodo cuando un tema está aún en desarrollo, el tratamiento que se le da, puede ser modificado por la realidad más adelante.
Todo lo anterior es porque quiero escribir algunas ideas sobre el tema de moda hoy por hoy: el virus de influenza porcina o humana, como los siúticos le ha dado por nombrar.
En el mundo de conspiraciones que desarrollo en mi mente, siento que este virus resulta tan sospechoso como lo es la crisis económica que, como sabemos, apareció de repente.
Ambas situaciones tienen bastante en común. Aparecen súbitamente, atacan directamente a los más desposeidos, tienen un orígen inespecífico, ponen al mundo de rodillas, integrando al problema a toda la humanidad. No es poco.
Y peor si pensamos que ambas se presentan casi en el mismo momento.
¿Qué es esto, que de repente entramos en una crisis financiera que abarca a todos; y qué es esto que de repente asola el mundo un virus que nadie conoce y que siembra el pánico en todos los rincones de nuestro planeta? ¿Qué mierda está pasando?
Le doy vueltas y vueltas al asunto y me aterra pensar que esto puede ser obra del hombre, pero no cualquier obra, sino una malvada obra humana diseñada para someter a los hombres. Puede ser paranoico, pero hablo desde mi situación, desde mi simple vivencia diaria.
La imaginación me lleva hacia mundos aterradores, como por ejemplo que la industria secreta de opciones de ataque de las grandes naciones, como EEUU, podrían haber creado en sus laboratorios este virus y "probarlo" en otros países. Mucho se ha especulado que así fue con el virus Inmuno deficiencia humana (VIH). Que fue probado en Africa, y desde allí empezó a expandirse. La paranoia me lleva a pensar que esta vez fue algo similar. Que fue probado en Mexico, y ahora tiene a esa nación de rodillas ante el mundo.
Aceptar la hipótesis que fue un virus creado, nos lleva concluir que se tiene la fórmula para combatirlo. Pero para ello, son útiles las transnacionales de la industria farmacéutica que verá enriquecidas sus ganacias exponencialmente.
¿Puede llegar tan lejos la maldad del hombre? Me temo que la historia confirma esta respuesta. El poder ha sido la constante del hombre a través de los siglos. El control del poder. Está en el ADN del hombre gozar, ejercer, controlar y usurpar del poder.
Y en medio de este caos está la crisis financiera, que no es más que un sacudón que se dieron los bancos norteamericanos para deshacerse de los "tóxicos". De allí a la sobre-reacción del resto del mundo, fue como expandir el virus de la incertidumbre. Y desde allí al sometimiento por parte de los controladores del poder.
Lo desalentador es que el rumbo de los humanos, me temo, se verá atacado una y otra vez por estas obras del poder, quedando como siempre, victimizados los más desposeídos.
¿Qué hacer?
Es poco lo que se puede hacer. Analizar, discutir, entre nuestras relaciones, tiene poco efecto. La vida secular inhibe hacerse cargo de denunciar o al menos inquietarse por esto.
La ironía es que en este momento estamos siendo víctimas, y lejos de asumir, nos dejamos avasallar y encogernos hasta tal grado, que no podemos mirar más allá del botón de la camisa.
Que esta paranoia mía permita al menos que por un minuto nos cuestionemos si tal vez todo este guión pueda ser un poquito cierto.
Vale. Eso.