Nuestro Chile tiene un problema sociológico
de fondo: respecto a política, religión
y mercado NO SE PUEDE HABLAR EN CONTRA. Tanto es así que el que llega a tener
tribuna en los medios, y habla fuerte y
claro respecto de los problemas que el resto no se atreve a expresar públicamente (los
políticamente correctos), se inmola hasta el punto de ser satanizado por
quiénes detentan el poder, y levantado como heroico por los que queriendo decir
lo mismo, callan, o murmuran, o gritan en silencio.
En este sentido, un gran héroe es
Felipe Berríos s.j. Acaso hoy por hoy, él es el ícono de aquellos que se autocensuran, como yo, tú o aquel. Yo sé
que hay más Felipes, que tienen mucho que decir, y con autoridad (sin caer en
la moralina), pero Felipe nos lleva la delantera. El mejor vocero de los que
sufren, en R. D. de El Congo, o en los campamentos JRS, en Maipú, o en el
Techo, en Infocap o en las barriadas de pobreza de Burundí. Felipe tiene el don
de la comunicación clara, simple, profunda, transparente, consecuente, y por
sobretodo, valiente. Agregue a lo anterior que además tiene una inteligencia destacada.
Felipe obviamente sabía que al
hablar instalaría una discusión profunda en la sociedad, con adherentes y
detractores. Pero sabía también que le iba
a llegar un reto. Pero de verdad no hay otra forma – considerando que
pocos tienen la autoridad moral como él- de instalar discusiones sobre temas
urgentes, como la pobreza, la discriminación, la educación, la salud, y algo
que le toca a él como cura, los abusos a menores hechos por curas.
Volviendo a la entrevista, esta fue
para mi una clase magistral, in situ que le hizo el periodista de TVN JM
Astorga. En 30 minutos abordó todo lo que había que abordar, habló todo lo que
hablar. Colmó brillantemente las expectativas de los más escépticos.
En tiempos pasados, tuve diferencias con Felipe. Tal vez él
no las recuerda siquiera. De cualquier manera, el motivo ya para mi está mucho
tiempo superado.
Felipe, El Grande, reinas un gran reino, reinas a la mayoría.
Eso.
